miércoles, 11 de febrero de 2009

Las 10 preguntas más frecuentes


¿Que es el SIDA?El sida es una enfermedad infecciosa producida por un virus, denominado VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) que pertenece a la familia de los retrovirus, un grupo caracterizado por su pequeño tamaño y por poseer únicamente ARN en su material genético

¿Como he podido contagiarme?El virus del sida está presente en fluidos del paciente además de la sangre, tales como la saliva, el semen o las secreciones. Sólo cuando la concentración del virus es suficientemente elevada, como ocurre a veces con el semen o las secreciones vaginales, se produce la infección.

El problema del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es que raramente avisa cuando nos infecta. Esto quiere decir, ni más ni menos, que podemos ser contagiados sin percibir ningún síntoma que nos avise o, como mucho, sufrir un cuadro gripal, a veces leve como tantos otros que padecemos a lo largo del invierno. A partir de ahí, sin saberlo, estamos infectados con el virus del sida y podemos tardar meses o años en enterarnos.

El contagio del VIH se produce cuando el virus, presente en las secreciones corporales como el semen o las secreciones vaginales y en la sangre del paciente infectado, entra en nuestro torrente sanguíneo.

Es decir, el virus tiene que llegar a ponerse en contacto con nuestra sangre y circular por ella para poder infectarnos. En su forma de transmisión, el VIH es idéntico al virus de la hepatitis B y se comporta en la mayoría de los casos como una enfermedad de transmisión fundamentalmente sexual.

¿Que debo hacer si creo estar infectado?La respuesta es fácil: debe evitar la angustia de la incertidumbre y hacerse un sencillo análisis que confirmará o descartará la infección. El análisis empleado en la detección sistemática o 'screening' del sida está a su alcance a través de su médico de cabecera y los resultados no tardarán demasiado tiempo en estar a su disposición.

¿Que me va a pasar?El VIH o virus del sida se caracteriza por su lenta progresión. Esto quiere decir que actúa tremendamente despacio hasta conseguir ponernos enfermos.

Cuando nos contagiamos por primera vez, se produce un cuadro clínico muy poco específico, parecido a una gripe común. Podemos sufrir fiebre, malestar general, dolores musculares y en general unos síntomas muy similares a los del popular 'trancazo', que desaparece espontáneamente en unos días.

Pero el mal ya esta hecho, el virus ha penetrado en nuestro organismo e irá minando poco a poco nuestro sistema de defensas contra las infecciones. Este ataque del VIH se produce a lo largo de meses, o incluso años, y durante este período somos capaces de llevar una vida totalmente normal sin notar ningún síntoma.

Sin embargo, llega un momento en que nuestras defensas han disminuido tanto que empezamos a no ser capaces de enfrentarnos a infecciones u otros procesos, que serían poco importantes para sujetos sanos.
El tiempo que tarda el virus en conseguir que nos pongamos enfermos es muy variable, y puede oscilar desde los pocos meses hasta años, aunque la media está en torno a los tres o cuatro años.

¿Que diferencia hay entre ser sero-positivo y estar infectado de VIH?Las diferencias entre estos dos conceptos son grandes o pequeñas en función del enfoque que se haga en cada caso.

Como hemos dicho anteriormente, el sida es una enfermedad infecciosa producida cuando el Virus de la Inmunodeficiencia Humana penetra al interior del organismo humano. Este patógeno circula por el torrente sanguíneo y se distribuye por todo el cuerpo, sobre todo en zonas como los ganglios linfáticos, donde viven los leucocitos o células defensivas del cuerpo.

Cuando el virus entra en el organismo, nuestro sistema de defensas producen anticuerpos que atacan al virus, aunque sin éxito. Este tipo de anticuerpos que producimos contra el VIH son proteínas totalmente específicas es decir, sólo aparecen cuando en nuestra sangre existen virus de este tipo.

Los actuales métodos de laboratorio son capaces de medir la existencia de estos anticuerpos en la sangre de un paciente. El sistema por el que se hace este análisis fue desarrollado cuando se realizaron las primeras investigaciones sobre el sida (a finales de los años 80) y desde entonces disponemos de un método de laboratorio relativamente barato, sencillo y fiable para medir los anticuerpos anti-VIH en la sangre de cualquier sujeto.

Las personas cuya sangre nunca ha estado en contacto con el VIH no muestran estos anticuerpos en la sangre, es decir son seronegativos. Sin embargo, en el suero (una parte de la sangre que contiene las proteínas circulantes) de todos los infectados por el VIH sí es posible identificar estos anticuerpos.

Cuando el análisis del suero de un sujeto muestra la existencia de anticuerpos específicos contra el VIH se dice que esa persona es seropositiva. Esto quiere decir ni más ni menos que el individuo en cuestión ha estado en contacto con el virus del sida y, por tanto, está infectado.

En la actualidad cuando se quiere saber si alguien está o no infectado por el VIH se recurre a este tipo de análisis en busca de los anticuerpos específicos contra dicho virus.

¿Puede curarse el SIDA?Depende un poco de a qué llamamos curar. Si quiere decir acabar con la enfermedad y no tener que volvernos a preocupar más por ella, puede decirse que el sida no se cura por el momento. SIn embargo, en estos momentos, existe todo un arsenal de fármacos a disposición de los especialistas para combatir al virus. Aunque ninguno de ellos, por sí solo o combinado, es capaz de destruir al virus. Eso sí, consiguen frenar dramáticamente su multiplicación y, por tanto, su capacidad de hacernos daño.

¿Puedo no tratarme?La evolución de esta enfermedad es radicalmente distinta si se sigue una terapia o se opta por no tomar fármacos, por lo que se aconseja seguir un tratamiento médico.

¿Quién tiene riesgo de infectarse?La respuesta a esta pregunta es muy fácil: todos. Tan sólo se trata de diferencias en las probabilidades de contraer esta terrible enfermedad. La transmisión del sida está generalmente asociada a una serie de comportamientos de riesgo que se pueden evitar o al menos reducir.

¿Puede pasarles algo a mis hijos?La posibilidad de que un niño nacido de padres infectados por el VIH adquiera la enfermedad es indudablemente real.

El contacto sexual entre un varón infectado y una mujer sana puede contagiar la enfermedad a la madre del futuro niño. Por el contrario, la mujer infectada puede trasmitir la enfermedad al padre sano y, por supuesto, al hijo que nazca de la relación entre ambos.

¿Debo decir que no tengo SIDA?Esta pregunta es quizás poco apropiada para ser respondida por un médico a secas. Sin embargo, la experiencia con muchos pacientes a lo largo de años nos permite dar unos consejos útiles en este sentido.

La primera pregunta no debe ser si debo o no decir que tengo sida sino a quién debo decírselo. No somos partidarios de aconsejar a los pacientes que comuniquen esta información a todo su entorno, y menos al principio.

En general, no decimos a los compañeros de trabajo, de barrio o amigos no íntimos que estamos enfermos de tal o cual cosa con grandes detalles. El sida es además una enfermedad con tan mala prensa que todavía confiere al paciente que la sufre la condición poco menos que de apestado de la sociedad.

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